¿Qué implica tener el síndrome del ovario poliquístico?

Antes de entrar en detalle y pormenorizar todo lo relativo a la convivencia con esta dolencia, merece la pena detenerse unos instantes y saber lo que es. Y es que el síndrome del ovario poliquístico (SOP) es una enfermedad que afecta a aquellas mujeres que tienen en su organismo una cantidad muy elevada de andrógenos.

Hay que decir que esta enfermedad se puede producir como consecuencia de distintos entornos hormonales en etapas muy concretas de la vida de la mujer. Existen unas consecuencias que hay que poner de relieve para tener una completa información:

• Posibles irregularidades en la menstruación.
• Elevación del riesgo de infertilidad.
• Problemas que se pueden dar en la piel y que tienen al acné y al aumento de vello como principales protagonistas.
• Se puede dar el aumento de pequeños quistes en los ovarios.

Por todo ello, siempre es muy interesante saber qué medidas hay que tomar para poder convivir con esa dolencia. Unas medidas que, para alivio de todas las mujeres que lo padecen, son mucho más normales de lo que podamos imaginar.

Pautas a seguir si se padece de SOP

A continuación se van a dar una serie de indicaciones que tienen como objetivo principal poder atenuar los síntomas tanto físicos como psicológicos. Unos consejos que se pueden aplicar e implementar de manera progresiva en función de las necesidades de cada mujer.

Practicar deporte moderado

Se ha demostrado, y no solo en este ámbito en el que nos encontramos ahora mismo, que la práctica de deporte ayuda de muchas maneras a nuestro organismo. 

• Se produce una liberación de endorfinas que nos permite tener una menor percepción del dolor y una percepción mayor de todo lo que tiene que ver con la felicidad.
• Se fortalece la musculatura y se mejoran las articulaciones, lo que nos permite ser más fuertes.
• En muchos casos nos permite socializar más, poner en común nuestras preocupaciones y tener una válvula de escape.

Llevar un estilo de vida saludable desde la alimentación

Si ya hemos visto que la práctica de deporte conlleva muchos beneficios, hay que decir que la alimentación también nos puede ayudar de una manera determinante. De hecho, actualmente se sabe que todo lo que tiene que ver con una buena dieta es crucial para convivir de un mejor modo con muchas dolencias.

• La alimentación saludable puede reducir nuestros niveles de estrés lo que hace que el enfoque que le damos al problema sea mucho más positivo.
• Si logramos tener una nutrición equilibrada vamos a poder comprobar que podemos conciliar el sueño mucho mejor y tenerlo de una mayor calidad. Esto tiene como consecuencia un sueño más reparador y, como no puede ser de otro modo, una menor sensación del dolor.
• Actualmente se sabe que muchos alimentos son analgésicos naturales por lo que el posible dolor que tengamos se puede ver mitigado.
• Por otro lado también hay que tener en cuenta que una dieta saludable hará que evitemos alimentos que contengan disrruptores hormonales que no nos interesan en este estado.

Someterse a revisiones periódicas

Esto es algo que solo podemos considerar como básico. Y es que solo mediante un control continuo del SOP es como vamos a poder tenerlo a raya. Además, en estas revisiones le podemos dar información a nuestro médico para que nos oriente de la mejor manera posible. De ahí la importancia no solo de la revisión en sí misma sino de poder ofrecerle una información amplia para que tenga una mayor cantidad de elementos de juicio.

Acudir a un psicólogo si es necesario

Aunque ya se han puesto sobre la mesa algunos aspectos que tienen que ver directamente con la salud física, hay que decir que no hay que restar importancia a todo lo que tiene que ver con la salud mental.

Esto se debe, sencillamente, a que algunos aspectos como pueda ser la autoestima o la ansiedad pueden hacer acto de presencia complicando aún más la dolencia. De ahí la importancia de tener que acudir a un especialistas si se da el caso. Una persona que nos asesorará y nos aportará las estrategias necesarias para poder convivir con esa enfermedad.