Cuidados necesarios para un bebé prematuro
Lo primero que tenemos que saber es que consideramos un bebé prematuro cuando nace antes de la semana número 37. Una situación que se puede dar debido a varios factores que pueden ser:
- Problemas de salud por parte de la madre.
- Aumento de riesgo por gestar el bebé una vez se han cumplido los 35 años.
- Algún problema de salud por parte del propio bebé.
Una vez el bebé prematuro se ha recuperado en la incubadora, tiene las mismas expectativas de desarrollar una vida normal que un bebé que ha nacido a término.
¿Qué consideraciones se tienen que hacer una vez esté el bebé prematuro en casa?
Aunque hemos dicho que las expectativas de vida del bebé prematuro son las mismas, hay que tener en cuenta una serie de situaciones sobre todo durante el primer año de vida.
Extremar las precauciones en la higiene
Mamá y papá deben lavarse las manos antes de coger al bebé. Asimismo su habitación tiene que estar perfectamente limpia para evitar la presencia de ácaros.
Por otro lado, y aunque el pañal no se haya ensuciado, siempre se recomienda cambiarlo cada 4 horas aproximadamente. Y es que esto favorece mucho la higiene de su piel.
La importancia de la alimentación
La alimentación siempre es importante. Sin embargo en el caso de los bebés prematuros, y con el objetivo de reforzar su sistema inmunitario, se recomienda encarecidamente la leche materna.
Además es conveniente que sea alimente cada 3 horas. En el caso de que el bebé no pueda succionar la leche se puede utilizar una sonda. Es importante la alimentación en los bebés prematuros dado que necesitan un mayor aporte calórico.
Cumplir el calendario de vacunación
Las vacunas deben ser las mismas que las de cualquier bebé. Eso sí, hay una excepción que es la vacuna de la gripe.
En ese caso, y siempre y cuando se tenga más de 6 meses, es recomendable ponerla si el bebé ha sufrido algún tipo de complicación respiratoria ya que le puede evitar de problemas mayores.
Tener un sueño de calidad
La media de horas de sueño de un recién nacido normal es de una 16 a 18 horas. Sin embargo, las horas de sueño de un bebé prematuro puede llegar a ampliarse.
Pero claro, estas horas de sueño no servirán de nada si no son de calidad. Con esto queremos decir que estas horas tienen que ser en su habitación y en unas condiciones óptimas.
De lo que se trata es de que el bebé vaya fortaleciéndose con el paso de los días y adaptándose a su nuevo estilo de vida.
No excederse con las visitas
No hay duda de que las visitas pueden hacer que los progenitores lleven todo este proceso un poco mejor. Eso sí, las visitas tienen que ser muy cuidadosas con el bebé.
Hay que evitar en la medida de lo posible, sobre todo durante el primer año, tocarle y cogerlo. La razón es la que ya hemos comentado y que tiene que ver con el sistema inmunitario.
Dar paseos con ciertas pautas
Los paseos, sobre todo si estos implican tomar durante unos minutos el sol, no tienen nada de perjudiciales. Todo lo contrario.
No obstante cuando se dan paseos hay que evitar, siempre en la medida de lo posible, las posibles aglomeraciones.
Visitar regularmente al médico
Esto es algo básico. El médico es el único que va a poder marcar las pautas a seguir de la mejor manera posible.
De ahí la importancia de acudir puntualmente a todas y cada una de las revisiones que se indique. Es más, cualquier duda que se pueda tener al respecto es conveniente consultarle y no tomar decisiones de manera particular.
Antes de terminar, aunque esto no quiere decir que sea menos importante, tenemos que hablar de un factor clave para los padres, la paciencia. La paciencia es fundamental.
Y lo es porque se sabe que el proceso que engloba el primer año de un bebé prematuro puede ser complicado. Con más preguntas que respuestas y muchas dudas. Por eso hay que tener bien claro que todo saldrá bien y que el bebé siempre estará en las mejores manos si se siguen las directrices que se han comentado y las que marque su médico.