¿Qué es realmente el láser ginecológico?
Antes de nada hay que decir que la tecnología láser no es algo que podamos considerar como novedoso. De hecho nos podemos remontar a los años 60 para ver cómo ya había aplicaciones utilizando este principio.
Sin embargo, lo que sí podemos considerar como una novedad es el conjunto de aplicaciones que el láser puede tener dentro del ámbito de la medicina en general, y dentro del campo de la ginecología en particular.
Y es que, desde hace un tiempo, se vienen utilizando dos variantes del mismo que permiten abordar distintas problemáticas. Estas dos variantes son el láser de CO2 y el láser de erbio. Dos maneras de realizar una gran cantidad de los tratamientos que conocemos hoy en día.
¿Qué es realmente el láser ginecológico?
En esencia podemos decir que el láser ginecológico, el cual, entra en la tipología de los láseres de CO2 anteriormente mencionados, es una solución con alto grado de efectividad, totalmente segura y sin ninguna clase de riesgos que permite mejorar la calidad de vida de las mujeres tras algunos procesos naturales como los embarazos, los partos o la menopausia.
El principio del láser ginecológico se basa en un principio térmico. A partir de este principio, en el que el aumento de temperatura del mismo juega un papel básico, se busca estimular el colágeno de la zona de la vagina. Esta estimulación permite moldearlo de tal modo que se pueda producir la síntesis de nuevas fibras precisamente de la zona.
Hay que dejar bien claro que se trata de una intervención con un protocolo muy sólido, el cual, permite un alto grado de seguridad. No en vano se pueden enumerar algunos beneficios manifiestos que tiene este tratamiento.
- Se trata de un procedimiento sencillo.
- El instrumental, en este caso del láser CO2, está basado en una tecnología vanguardista y muy segura.
- La intervención es ambulatoria por lo que no es necesario utilizar un quirófano.
- Las complicaciones son prácticamente inexistentes.
- La recuperación es extremadamente rápida por lo que la paciente podrá recuperar su ritmo de vida habitual sin ninguna clase de problemas.
Como detalle a tener en cuenta podemos decir que este procedimiento basado en el láser no se puede llevar a cabo en el caso de tener infecciones vaginales o alteraciones de la citología.
¿Cuándo se puede utilizar este tratamiento?
Debido a las ventajas, ya descritas hace tan solo unos instantes, del tratamiento, podemos decir que son muchos los ámbitos en los que se puede utilizar. Sin embargo hay algunos que se pueden definir como especialmente propicios.
Recuperación postparto
Dos de las consecuencias que puede tener un parto es la incontinencia urinaria así como el de prolapso o, lo que es lo mismo, caída de las paredes vaginales. Este hecho hace que las mujeres tengan que tomar conciencia de la importancia que tiene el suelo pélvico en su estado de salud.
Dicho esto hay que destacar que la reparación del suelo pélvico puede ser una realidad gracias a la acción del láser ginecológico. Sin embargo ahí no termina todo lo que este tratamiento puede hacer. Y es que no solo actúa como un tratamiento de choque sino, al mismo tiempo, como un tratamiento preventivo.
Hiperlaxitud vaginal
Este síndrome se caracteriza por una pérdida más que notable en la elasticidad vaginal. Esta dolencia no solo puede derivar en la incontinencia urinaria sino también en una menor sensación de placer durante las relaciones sexuales.
En este caso concreto el tratamiento a partir del láser de CO2 estimulará la creación de nuevas fibras de colágeno. Estas nuevas fibras le darán de nuevo a la vagina la elasticidad perfecta mejorando de manera notable las dolencias anteriormente expuestas.
Síndrome genitourinario de la menopausia
Esta etapa en la vida de las mujeres es crucial. En ella se pueden producir algunos cambios tan importantes como los que tienen que ver con el clítoris, la vagina o la vejiga, entre otros. Un escenario que, actualmente, se puede mejorar de una manera más que notable.
El láser ginecológico trabajo favoreciendo la creación de nuevo colágeno. Asimismo también provoca un aumento de la producción de ácido hialurónico, el cual, mejora sensiblemente la estructura de la vagina. Un proceso que alivia y mejora los síntomas de esta dolencia mejorando la calidad de vida desde el primer día de tratamiento.