Feugiat nulla facilisis at vero eros et curt accumsan et iusto odio dignissim qui blandit praesent luptatum zzril.
+ (123) 1800-453-1546
info@example.com

Related Posts

Teléfono +34 93 415 78 72
LUNES - VIERNES 9am - 2pm | 3pm - 9pm
info@idona.cat
Reserva tu Cita
amniocentesis

Amniocentesis: resuelve todas tus dudas

Antes de profundizar en el detalle de esta prueba, hay que tener bien claro a qué nos estamos refiriendo. Y es que la amniocentesis no es otra cosa que un examen del líquido amniótico. Un líquido que es el flujo en el que flota el feto durante el embarazo. Un flujo que contiene una gran cantidad de sustancias, las cuales, nos puede decir mucho sobre el estado del feto y de la madre.

¿En qué consiste la amniocentesis?

En esencia podemos decir que esta prueba diagnóstica consiste en la extracción de una cierta cantidad de líquido amniótico. Esta extracción se lleva a cabo mediante una punción que se realiza en la pared abdominal. La operación implica el atravesar la pared uterina y la bolsa amniótica ya que solo así es como se puede acceder a este flujo.

Para tranquilidad de la madre hay que decir que esta punción está continuamente monitorizada mediante una ecografía. De este modo en todo momento se va a disponer de un control visual de todo lo que sucede durante la intervención.

Al finalizar el proceso se habrán recogido unos 25 mililitros de líquido amniótico. Una cantidad más que suficiente para poder proceder con total garantía al estudio cromosómico del feto y así poder llegar a un diagnóstico lo más fiable posible.

 

¿Para qué sirve esta prueba diagnóstica? 

El principal objetivo de la amniocentesis es detectar alteraciones cromosómicas. Sin embargo el estudio del líquido amniótico que se recoge se puede valorar desde varios prismas bien distintos.

En general este estudio cromosómico tiene como meta la de comprobar, sin lugar a dudas, que todos los cromosomas están presentes y que no existe ninguna clase de alteración en ellos. Sin embargo, es bastante habitual encontrarse con pruebas adicionales una vez que se ha practicado la amniocentesis.

Estos análisis adicionales se llevan a cabo, eso sí, sobre algunos cromosomas que destacan por su relevancia. Entre ellos podemos encontrar el QFPCR o el test FISH. Unos test que pueden aportar al especialista una información muy importante sobre los cromosomas 21 (íntimamente ligado al síndrome de Down), al cromosoma 13 (relacionado con el síndrome de Patau), el cromosoma 18 (relacionado con el síndrome de Edwards) o los cromosomas sexuales.

Unas pruebas realmente completas que dan una perspectiva tanto global como particular de un escenario que puede ser crucial para el buen desarrollo del feto.

amniocentesis

¿Cuándo se recomienda hacer esta prueba?

No hay duda de que este tipo de procedimiento, a día de hoy, están más que controlados por la medicina moderna. Sin embargo, haciendo honor a la verdad, se trata de un trance en el que hay que considerar los pros y los contras que puede tener.

Por ello, en líneas generales, la amniocentesis solo se recomienda cuando mediante una ecografía se ha detectado una malformación fetal. Un proceso que va a ayudar a determinar qué tipo de malformación es y las implicaciones que esta puede llegar a tener.

Asimismo también se puede tomar como referencia el triple screening. Una referencia que podemos considerar elevada cuando esta sobre pasa el 1/250. En este caso también es recomendable proceder a realizar una amniocentesis.

¿Cuáles son los riesgos de la amniocentesis?

La realización de esta prueba implica unos riesgos que hay que considerar. De ahí que sea una decisión que tiene que ser consensuada entre la paciente y el especialista.

  •         Entre los riesgos que se corre el más común es el de la rotura de la bolsa amniótica como consecuencia de la punción.
  •         No obstante también se sabe que el 1% de las mujeres que se someten a esta prueba pueden ver interrumpido su embarazo ya que la punción parece incitar, en cierto modo, a este desenlace.

Por todo ello una vez que se ha procedido a la misma se recomienda que la mujer tenga un periodo de reposo absoluto nunca inferior a las 48 horas. De este modo se puede minimizar en gran medida el riesgo de la intervención.

Una prueba que a pesar de conllevar algunos riesgos, puede llegar a ser de una importancia capital. De hecho hay que tener en cuenta los avances dentro del sector de la medicina lo que hace que los riesgos de la amniocentesis sean cada vez menores.